Elisa Garbayo Atienza, Marisol Aymerich Soler, Eduardo Ansorena Artieda, José Luis Lanciego Pérez, María José Blanco Prieto
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común después del Alzheimer. Actualmente se dispone únicamente de terapias sintomáticas que, aunque son muy eficaces en las primeras etapas de la enfermedad poseen a largo plazo considerables efectos secundarios. La terapia ideal sería aquella que permitiese frenar o detener la progresión de la enfermedad. Este es el caso de las terapias neuroprotectoras y neurorestauradoras. De entre todas ellas, la terapia celular y la terapia con factores tróficos tipo GDNF son las que mayores expectativas han generado en la comunidad científica. Aunque ya se ha planteado el uso de GDNF para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, es necesario buscar nuevas estrategias que permitan administrar dicho factor neurotrófico en las zonas concretas del cerebro donde vaya a ejercer su acción. Aquí se discute el uso de micropartículas como el sistema más apropiado para la administración de dicho factor neurotrófico.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados