Este artículo se propone mostrar que Rawls, en su afán por exponer las falencias del utilitarismo, de manera apresurada clasifica a Adam Smith dentro de esta corriente. Al hacerlo, señala la autora, Rawls elimina una alternativa liberal, respetuosa de la autonomía y de la pluralidad, que es aún más liberal que su propia teoría. Jimena Hurtado sostiene que Smith propone una construcción social a partir de la comunicación afectiva entre individuos que conservan su autonomía. Esta interacción produce reglas de comportamiento y de justicia particulares para cada organización social y, en este sentido, la teoría de Smith, contrariamente a la de Rawls, no presupone resultado alguno ni arreglo institucional particular.
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