En este ensayo se explora la concepción que tiene Adam Smith de la filosofía y de la relación de ésta con la vida corriente (política/religión) y con la filosofía natural (ciencia). Primero se reseña la interpretación naturalista de Smith de la filosofía natural de Newton, contrastándola con las concepciones de Hume y Berkeley. Luego se explica el doble rol que Smith le atribuye a la filosofía: como fuente de consejos para el diseño de un marco institucional equitativo y como instrumento que puede ayudar a prevenir a la ciudadanía de las tendencias faccionarias y del fanatismo como consecuencia no deseada de la religión.
Finalmente se analiza la respuesta de Smith a Rousseau. Ésta procede en dos niveles: el primero concierne al entendimiento correcto del republicanismo moderno y el segundo al entendimiento correcto del punto de vista teórico. Se refuta aquí la difundida visión de Smith como un defensor irrestricto del mercado económico y del mercado de la moral. Se argumenta que Smith aprueba la vida comercial como un "medio" para hacer posible la filosofía y se analiza el debate con Rousseau, en particular el famoso pasaje sobre el "engaño" de la naturaleza en La Teoría de los Sentimientos Morales.
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