La conversión de España en un país receptor de inmigrantes ha supuesto una gran transformación dada la rapidez con que se ha producido y la importancia de las cifras que se barajan. En España la llegada de inmigrantes y su instalación en nuestra sociedad está suponiendo uno de los cambios más importantes operados en el último cuarto de siglo. Esa fuerte demanda ha contrastado con la estrechez de las vías de acceso legal habilitadas para quienes desean venir a trabajar a España, especialmente desde el año 2000 y coincidiendo con la renovación de la regulación jurídica hasta el momento vigente. Desde una perspectiva estrictamente jurídica, la aparición de una nueva, inestable y restrictiva normativa sobre los ciudadanos extranjeros y sus derechos y libertades, explica sobradamente el creciente interés que suscita el tema migratorio y su tratamiento jurídico, sujeto a continuas reformas. Aunque la nueva ordenación en materia de extranjería parece asumir los desafíos que plantea la irrupción del fenómeno migratorio, las respuestas que ofrece siguen siendo parciales e insuficientes y no apuestan, de manera decidida y contundente, por la sociedad de acogida que espera encontrar el inmigrante. En este trabajo se pretende examinar la vigente regulación del trabajo de los extranjeros y conocer, procediendo a su análisis crítico, el tratamiento que dispensa a algunas de las cuestiones apuntadas.
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