El presente artículo habla de los estadios diferentes por donde ha pasado la humanidad en el ámbito del interculturalismo. Se trata de una división personal del autor, sin más pretensiones que aclarar conceptos. ¿Es el interculturalismo tema de nuestro tiempo en el sentido orteguiano? Sí, se responde. Porque es la síntesis de dos grandes aspectos que caracterizan a su vez a nuestro siglo. La globalización y su revulsivo, el identitarismo. En efecto, interculturalidad significa apostar por la igualdad como meta común de todos y aceptar la diferencia de cada individuo, sociedad y cultura. Homogeneización y diversidad sin renunciar a la igualdad de derechos y deberes de todos. Dos en uno. Se añade la siguiente acotación: imposible separar interculturalismo de lucha por el desarrollo, porque no se pueden dar la mano dos sujetos sin antes darse la solidaridad de los bolsos. Si la persona humana es un complejo de biología y de pensamiento, no se concibe aceptación de mentes sin aceptación de cuerpos que se han de alimentar antes de poder pensar. Desde aquí se derivan consecuencias para el mundo de la educación y de la enseñanza, de los planes de estudio y de los currículos en general.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados