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Resumen de La República Castrense de Victoriano Huerta

Mario Ramírez Rancaño

  • español

    Al concluir la Decena Trágica, en febrero de 1913, Victoriano Huerta ascendió a la presidencia de la República. Al no recibir su gobierno el reconocimiento de los Estados Unidos y extenderse la rebelión tanto en el campo como en la ciudad, optó por implantar un gobierno militar. Los casi 33 000 efectivos con que contaba el ejército al inicio de su gestión, los elevó hasta 80 000 y en los momentos de desesperación anunció su intención de disponer de 150 000 e incluso 250 000 efectivos para aplastar la oposición. Lo anterior implicó aumentar los altos mandos del ejército hasta niveles desconocidos. En este contexto, un grupo reducido de generales contribuyó a la militarización del pais via la ocupación de las gubernaturas, y en calidad de senadores y diputados federales. En el ámbito politico, Huerta amenazó a los Estados Unidos con expropiar la industria petrolera, e inclusive acudió al expediente de militarizar la burocracia y las escuelas públicas. Para su fortuna, aun cuando en el ejército no hubo resquebrajamiento alguno, si lo hubo en la marina, pero fracasó. Al final de cuentas, la invasión norteamericana al puerto de Veracruz inclinó la balanza en favor del movimiento constitucionalista y Huerta tuvo que renunciar a la presidencia de la República y abandonar el país.

  • English

    In February 1913, once the Ten Tragic Days in the history of this turmoil period had occurred, Victoriano Huerta became president of Mexico. Since the United States did not consider his government as legitimate, it did not acknowledge him as head of the country. Besides, rebellion was spread in the city as well as in the rural areas. Therefore, he decided to impose a military government. From the original 33 000 soldiers in the army at the beginning of his administration, he increased the troops to 80 000.1n moments of despair, he even announced his intention to raise the figure to 150 000 or 250 000 soldiers so as to crush his opponents, although nobody knew how he was going to get them. In such background, a group of a few generals led to the militarization of the country by means of occupying the government of the states, as well as senatorships and federal deputy designations. As far as policies projects, Huerta challenged the United States by posing the threat to nationalize the oil industry. He even suggested the possibility to militarize bureaucracy and public schools. Luckily for his plans, in the army there was no fracture at all, although in the navy things were different. Eventually, however, American invasion to Veracruz brought about the triumph of the constitutionalist movement and, so, Huerta had to quit and leave the country.


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