Frutos Saavedra Meneses gozó de reconocido prestigio en la comunidad geodésica nacional e internacional del siglo XIX, gracias a los trabajos desarrollados en el seno de la Comisión del Mapa de España, a la que perteneció, como representante del cuerpo de Artillería, desde su creación en el año 1853 (R. O. 9 de noviembre). De entre todos ellos destacaron los relacionados con la regla que diseñó, junto a su gran amigo Carlos Ibáñez, para que se construyera en los prestigiosos talleres parisinos de Jean Brunner. Con ese instrumento, la regla de la Comisión, se mediría después la base central de la red geodésica española, una operación de primer orden y sin parangón en su tiempo, lo que supuso la proyección internacional de los dos científicos. Ciertamente, el protagonismo de Saavedra e Ibáñez fue indiscutible aunque la pronta desaparición del primero contribuyera, en cierto modo, al desconocimiento de su labor fuera del círculo de los especialistas. La desinforma-ción llega hasta tal punto que en ocasiones la figura del primero es eclipsada por la arrolladora personalidad del segundo, reproduciéndose así la situación planteada un siglo antes con otros dos geodestas sublimes: Antonio de Ulloa y Jorge Juan. Este modesto trabajo pretende contribuir a poner aún más de relieve la talla científica de Saavedra, divulgando de nuevo una de sus publicaciones geodésicas más señalada "Los progresos de la Geodesia", la cual le sirvió como discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. El texto es un relato histórico tan ameno como riguroso, en el que se comentan sintéticamente los hitos más señalados de una ciencia que ha contribuido y contribuye decisivamente al cabal conocimiento de la Tierra.
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