La representación del Crucificado a finales del siglo XV y durante todo el siglo XVI, estuvo supeditada a la capacidad de comunicación de tres niveles intelectivos, determinados por los códigos de representación regidos por la iconografía, la información iconológica que ésta contiene, y el desarrollo formal que completó los significados y les otorgó sentido en cada contexto. La reflexión en ese orden intelectual complejo exige el conocimiento de los condicionantes de la representación, las necesidades religiosas y el crítico sentido de la religiosidad, y la capacidad de los principales artistas que afrontaron el tema.
The Crucifix in the last representation in the 15th century and all 16th century is due to the communication capacity in three intellectual standard with regard to iconography, iconology and a formal development. The mind in that intellectual order requires special trainig in the representation condition, the religious necessities and the capacity of the creator who was faced up to question.
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