La situación económica actual de la química fina no parece muy halagüeña. Sin embargo, continúan existiendo oportunidades. Evitar en lo posible competir en precios y promover los servicios y la colaboración con el cliente parece la estrategia más atractiva. Se apuntan algunas posibilidades de actuación para recuperar el valor añadido tradicional de la industria de química fina.
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