Se ha demostrado que las personas transmiten su estado de ánimo a otras a través de lo que se define como ¿contagio del estado de ánimo¿. Por ello, los líderes deberían tener más oportunidades para expresar y transmitir sus estados de ánimo, ya que ellos influyen en el tiempo, los recursos y las interacciones de los grupos. Además, es más probable que los subordinados presten atención a los estados de ánimo del líder porque dependen en mayor medida de él que éste de ellos.
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