Introducción. Benito Pérez Galdós fue un escritor realista dedicado a representar la realidad en toda su complejidad. Comparte los rasgos de la medicina experimental de Claude Bernard (Introduction à l'étude de la médicine expérimentale). El escritor fue muy amigo de prominentes médicos (Gregorio Marañón, Manuel Tolosa Latour), poseía libros de contenido neurológico y sabía de Charcot.
Métodos. Con esos datos son previsibles descripciones neurológicas, esto es lo que nos proponemos hallar. Revisamos las novelas Fortunata y Jacinta, La de Bringas y Tormento.
Resultados. Hallamos: a) migraña con y sin aura, con descripción de desencadenantes y herencia. El propio escritor sufrió migrañas graves; b) trastornos del movimiento: síndrome parkinsoniano y espasmo hemifacial; c) epilepsia en una niña, convulsiva y no convulsiva; también síncopes y pérdidas de conciencia psicógenas; d) sífilis congénita, con rasgos físicos típicos. Se trata de un personaje con esquizofrenia paranoide; es probable que se deba la asociación sífilis-demencia tan aceptada en la época; e) alcoholismo: intoxicación aguda, privación, trastornos de conducta, encefalopatía hepática y una probable pelagra; f) trastornos del sueño: parasomnias (sonambulismo, somniloquia) y parálisis de sueño, y g) «ictus» y metamorfopsia invertida de origen psicógeno.
Conclusión. Las deformidades físicas y las enfermedades eran parte de la vida cotidiana en el siglo XIX. Los trastornos neurológicos eran prevalentes y están plenamente integrados en el realismo narrativo de Galdós. Muchos de ellos se adaptan a las teorías de degeneración de la época. No obstante, el escritor aporta rasgos humanitarios que elevan a sus personajes sobre su destino trágico. Algunos datos biográficos, sobre todo su rica vida amorosa y su implicación como político liberal, pueden haber contribuido a la riqueza y precisión de las descripciones.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados