Se exponen tres ejemplos (biorreactor, planta de hidrogenación, reactor de gran tamaño) donde la mejora de un reactor gas-líquido en una planta existente se podría llevar a cabo con una simple sustitución del agitador, por uno nuevo basado en las nuevas tecnologías.
Estos últimos años, el funcionamiento de los reactores gas-líquido ha sido significativamente mejorado debido a los avances en la tecnología de agitación. Muchas veces, simplemente con sustituir un mezclador existente, con una inversión modesta, se puede tener un gran impacto en la productividad de una planta. Los proyectos de nuevas plantas deberían incluir siempre un estudio en la tecnología de agitación óptima disponible en cada momento.
En este artículo exponemos tres ejemplos donde la mejora de un reactor y la confianza en su diseño podría ser llevado a cabo usando las últimas tecnologías en agitación y técnicas de diseño.
1. Biorreactores Los líquidos más viscosos sufren una transferencia de masa más pobre debido a la dificultad de difusión del oxígeno del aire a través de la película líquida alrededor de las burbujas de aire. Sin embargo, en muchos biorreactores esto es debido a antiguos diseños de las palas, que generan turbulencias y modelos de flujo no uniformes en el biorreactor (Fig. 1). El fluido cercano a las paredes del recipiente apenas puede moverse
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