Tanto a fines de los '80, cuando comenzaron a observarse en la República Popular China (RPCh) los logros de las "Cuatro Modernizaciones” , como así también luego de la recientemente acaecida desaparición de Deng Xiaoping, una considerable cantidad de artículos periodísticos y publicaciones académicas provenientes de Occidente se explayaron ampliamente sobre la -asignatura pendiente- de la dirigencia de Beijing: la democratización. Esta "quinta modernización", según los observadores de nuestra parte del planeta, debería abarcar básicamente la apertura del sistema de gobierno chino. a fin de dar por terminado el monopolio del control político por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), la implementación del libre sufragio para la elección de los miembros de los poderes legislativo y ejecutivo provincial y nacional (las asambleas populares y los consejos administrativos, respectivamente), y la plena puesta en vigencia del respeto por los derechos humanos.
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