La extravasación de determinados agentes citostáticos supone una complicación potencialmente grave por su capacidad lesiva local. El mejor tratamiento es su prevención, y su administración se debe llevar a cabo por personal especializado que debe conocer de antemano tanto sus manifestaciones clínicas, como las pautas de actuación a seguir. Es de esperar que la incidencia de esta grave complicación se reduzca con la incorporación a la práctica clínica diaria de catéteres centrales para la administración de fármacos antineoplásicos. El desbridamiento quirúrgico se debe reservar para cuando fracasan las medidas conservadoras. Actualmente, no existe justificación para el uso de corticoides o bicarbonato intralesional, ya que no reducen la inflamación y pueden aumentar el daño tisular. Dexrazoxane Savene¿ es un antídoto que inhibe la topoisomerasa II y sirve para prevenir el daño tisular tras la extravasación por antraciclinas.
Las reacciones de hipersensibilidad a fármacos no se pueden predecir, requieren la suspensión inmediata del fármaco y debe individualizarse la conveniencia de la reintroducción del agente utilizando regímenes de premedicación con esteroides y antihistamínicos, o prolongando el período de infusión.
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