Aunque el almacenaje y transporte de mercancías peligrosas se ha profesionalizado, subsisten todavía irregularidades y carencias. Si, por ejemplo, las grandes multinacionales del sector químico o los productores cumplen e incluso superan todas las normativas de almacenaje, no siempre sucede lo mismo en el caso de la industria pequeña que emplea estas sustancias en sus procesos. Lo mismo puede decirse en el caso de los servicios de transporte, donde los especialistas observan algunos problemas en la distribución capilar. Por otra parte, nos encontramos ante un déficit de infraestructuras y servicios. En concreto, faltan lavaderos de cisternas, parkings específicos, almacenistas y operadores logísticos.
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