PUNTOS CLAVE Concepto. El trastorno bipolar se caracteriza por la presencia alternativa de manía y depresión con intervalos de normalidad o eutimia, que afecta a individuos jóvenes.
Epidemiología. La prevalencia se estima en un 4% de la población general. La edad media de aparición son los 21 años.
Clasificación. Actualmente disponemos de dos herramientas básicas para clasificar la enfermedad bipolar: criterios DSM-IV y CIE 10 ¿ Trastorno bipolar tipo I: es la forma clásica y su rasgo diferencial es la presencia de manía ¿ Trastorno bipolar tipo II: consiste en la combinación de episodios depresivos mayores con hipomanías espontáneas. La ciclotimia es una variante menor del trastorno bipolar y con frecuencia evoluciona al tipo I o II. ¿ Trastorno bipolar tipo III: se asigna a pacientes con antecedentes familiares de trastorno bipolar que presentan depresión e hipomanías únicamente durante el tratamiento antidepresivo.
Diagnóstico. Es fundamentalmente clínico.
Diagnóstico diferencial. Hay que establecerlo con enfermedades orgánicas cerebrales, endocrinopatías, infecciones del sistema nervioso central, fármacos y tóxicos.
Tratamiento. Se basa en el uso de eutimizantes como el litio, carbamazepina, valproato, oxcarbazepina y lamotrigina, junto a intervenciones psicosociales y psicoeducativas. La psicoeducación, además de dirigirse al paciente, es eficaz cuando involucra a la familia.
Características clínicas que influyen en el tratamiento. ¿ Tratamiento durante el embarazo y el puerperio: debido al importante potencial teratógeno de los eutimizantes, es necesaria una adecuada planificación familiar de las pacientes bipolares; se evitará la lactancia materna ¿ Enfermedades médicas concomitantes: el curso del trastorno bipolar puede verse exacerbado por aquellas condiciones que requieren uso intermitente o regular de corticoides o por aquellas que alteren la función tiroidea ¿ Pacientes de edad avanzada: estos pacientes parecen ser más sensibles al litio.
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