El agua corriente no está garantizada a todos los habitantes del planeta.
Sin embargo, en los lugares en los que está garantizada, es un elemento normal de los hogares. Su consumo medio es de unos 120¿160 litros por persona y día (tendencia en descenso).
En el mundo occidental, el agua corriente ha de ser potable y estar disponible en todo momento. Sin embargo, el agua de las fuentes o subterránea no suele cumplir los estrictos requisitos de las autoridades responsables.
Para que la producción y el abastecimiento de agua de alta calidad resulte rentable hay que seguir un proceso de producción y distribución bien controlado y supervisado.
En este sentido, la automatización permite reducir los costes de explotación y de mantenimiento y simplifica la cooperación entre los distintos sistemas de suministro de agua en áreas extensas
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