Como si no hubieran pasado menos de 50 años y más de 40, voy a entrevistarme con nuestro hombre en el ¡Chócala!, un local madrileño de la calle Alcalá, frente al Retiro. Allí, por ese impreciso entonces, mi amigo y mentor político Angel de Lucas iba también a entrevistarse con Dionisio Ridruejo, a través de la común vía amistosa de Javier Pradera, vigilante argos de todas las conspiraciones y conjuras de café
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados