En las sociedades rurales costeras de la Galicia occidental atlántica las mujeres desempeñaron un rol fundamental como receptoras. gestoras y transmisoras del patrimonio. El sistema de herencia, potencialmente igualitario, favoreció en la práctica a las hijas frente a los hijos, generando un modelo de reproducción social estrechamente relacionado con las funciones productiva y asistencial de las mujeres y con un desequilibrio intersexual muy elevado que tenía su origen en la emigración masculina, en las actividades pesqueras y en el control de la nupcialidad ejercido a través del incremento del celibato femenino. Las desigualdades de género y la posición de subordinación de las mujeres resultaron así, necesariamente, reformuladas.
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