El Catastro de Ensenada contiene, en el interior de los gruesos volúmenes de las Respuestas Particulares o Memoriales, una detallada descripción de los parámetros vitales del clero. La fórmula habitual es ocuparse de los eclesiásticos con vivienda independiente y estudiar sus actividades profesionales. No obstante, también descubrimos la existencia de clérigos que, por diversas circunstancias, estaban obligados a vivir bajo la férula de algún pariente, entre las paredes de sus hogares y a la sombra de sus quehaceres. ¿Cuántos son? ¿En qué estructuras domésticas se albergaban? ¿Cuáles eran sus actividades profesionales? ¿Qué impacto tenía su presencia en los hogares que les daban cobijo? ¿En qué colaciones y calles habitaban?.
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