En un nuevo orden mundial construido sobre los intereses del mercado, África es el continente más perjudicado. Cuando los hay, los recursos naturales van de la mano de la guerra, la pobreza y la enfermedad, en unos países que no disponen de capacidad financiera ni técnica para rentabilizarlos. El autor enzarza este devastador análisis con la historia de Alarmaw Nasifen, un cura copto y agricultor aquejado de una enfermedad "olvidada" pero mortífera.
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