Apenas unos días después del Campeonato Navarro de Tenis, Eduardo Sanz (Der 00) ha vuelto a sus entrenamientos. Trece años seguidos revalidando el título no le sirven de excusa para tomarse una tarde de descanso. Todos los días, al terminar su jornada de trabajo en un despacho de abogados, prepara su mochila con la ropa de deporte y las raquetas y se dirige en moto al Club de Tenis Pamplona, donde ha crecido como tenista. Allí es uno más. Mientras saluda a un grupo de niños que juegan al fútbol se le acerca un matrimonio para darle la enhorabuena. Eduardo comparte su triunfo con unos y otros, y continúa hacia la cancha, donde ya prepara sus próximos encuentros deportivos. El tenis no da tregua y la constancia y la técnica son sus mejores armas.
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