Lo "religioso" como doble relación: vertical con Dios, horizontal con el mundo. La crisis del mundo antiguo causada por el venir a menos de la primera relación: los dioses no se ocupan del mundo humano (Epicuro). El mundo "salvado" por el Dios de amor de la buena nueva cristiana. Sólo un Dios omnipotente puede "salvar" (guardar) el mundo; pero la omnipotencia, ni siquiera delimitable por el amor, no es garantía de salvación más de cuanto no sea peligro de abanadono. El mundo moderno busca en el sujeto el fundamento absoluto de sí (Descartes). Pero el sujeto, en cuanto fundamento absoluto, es como el Dios omnipotente, no es un ente, definible, sino una pura X (Kant). Kénosis del logos y nihilismo: el misterio horizonte último de la religión cristiana. Ninguna petición de garantía: ser en el mundo, no del mundo.
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