Frente a las posiciones alarmistas de quienes, ante una situación de incertidumbre empresarial como la que estamos viviendo, adoptan medidas drásticas tendentes a la reducción de costes vía despidos de personal, el autor aboga por la reflexión, la confianza y la cautela. Ante todo, conviene hacer un plan de negocio realista con la situación actual y las perspectivas de futuro; después, es imprescindible localizar a las personas clave de la organización, que son aquéllas que tienen el potencial para mantener el negocio, y por último, asumir un plan de desvinculaciones selectivo, nunca masivo, cuyas repercusiones queden minimizadas por la actuación transparente y comprometida de la Dirección. En este sentido, el autor recuerda que para obtener resultados en la gestión del compromiso hay que ser capaces de generar previamente confianza, pues ésta es el requisito previo para conseguir aquél
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