El culto a las Santas Nunilo y Alodia, emigró desde su tierra natal, Adahuesca en Aragón, a Navarra, y de allí a Andalucía. Paralelamente, la propiedad de sus reliquias acompañó la difusión de su devoción. Un segundo movimiento migratorio en el siglo XX, ha llevado a diferentes ciudades, Madrid, Valencia, Murcia y Cornellà (Barcelona) a comunidades, cuya devoción a las Santas era parte central de su patrimonio identitario, a reformularse el nuevo entorno para reproducir en él los signos de su memoria colectiva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados