Decir que el pensamiento político de Croce parece estar dominado por una voluntad de realismo, podría parecer una mera coartada para la justificación de posiciones conservadoras, cuando no reaccionarias. No es mi intención, desde luego, al menos explícitamente, convencer de lo contrario y sí la de conceder una oportunidad a este realismo, sobre todo en lo que respecta a la comprensión y crítica del funcionamiento de los partidos y a la relación de éstos con el Estado. Frente a la crítica, los partidos han de revelar lo que en ellos queda de iglesia y de mito y, también, la excesiva frecuencia con que sustituyen la racionalidad y el interlocutor sabio por la persuasión y el votante incapaz de alejarse de su inmediatez. Sin embargo, no vayamos a creer que estamos ante uno de aquellos casos en que, al huir de un utopismo ingenuo, se recala en brazos de un universalismo racionalizante, condenado, antes o después, a estrellarse contra situaciones históricas que con mucho lo rebasan. Si el pensamiento político de Croce, en un momento determinado, y quizás siempre �sus juicios frente al fascismo son representativos al respecto�, se muestra débil a la hora de profundizar en ciertos hechos, eso no quita para que contenga elementos muy aprovechables para el enriquecimiento de la teoría política. Entre otras cosas porque este continuador de la politología italiana, a la cual él, como pocos, contribuyó a presentar como conjunto coherente y plenamente diferenciado respecto a otras tradiciones, comenzó a abordar la política en la tercera entrega de la constitución de su sistema, en la Filosofia della pratica, economia e etica de 1909, después de que las otras entregas del mismo hubiesen fundamentado su inmanentismo y su historicismo o, mejor �cosa de consecuencias capitales para su reflexión política� la absoluta novedad de la complicación de ambos, pues cada uno, tomado por separado, no hubiese podido subsistir al margen de la política, con su inextrincable relación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados