Para ejecutar una estrategia a medida que cambian las circunstancias, los directivos deben recoger nueva información, realizar correcciones a mitad de camino y hacerlo en el momento adecuado, ya que ser el primero puede a veces ser igual de costoso que ser el último. Sin embargo, ¿cómo pueden los directivos implementar una estrategia y, al mismo tiempo, mantener la flexibilidad para encajar los golpes?
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