La gran expansión de la balneoterapia durante el siglo XIX se produjo por la confluencia de diversos factores de carácter social y científico. Entre estos últimos cabe señalar el desarrollo experimentado por las ciencias, muy especialmente por la biología, la geología, las ciencias médicas y la química. En este trabajo examinamos cómo la medicina incorporó los progresos de la química para el mejor conocimiento de las aguas minerales, las distintas posiciones con respecto a las teorías y los métodos utilizados y el papel de la Academia de Ciencias de Barcelona en este proceso.
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