Las personas que presentaron aplicaciones para dar testimonio ante la Comisión Sudafricana de la Verdad y la reconciliación recibieron una guía muy clara en cuanto a dónde debían comenzar sus historias y dónde debían terminar; a aquellos que querían contextualizar sus experiencias de pérdida no les fue permitido presentar las causas más amplias de su sufrimiento. Algunos de los que tuvieron la oportunidad ante la Comisión recuerdan el dolor posterior ante la imposibilidad que experimentaron durante el proceso de dar clausura a su testimonio. Para acceder a las historias de experiencias traumáticas, los oyentes deben querer y estar en capacidad de seguir a quien habla a lugares inesperados. Pero esto necesita tiempo y recursos, los cuales las comisiones de la verdad no están necesariamente en capacidad de proveer en una medida adecuada.
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