En este trabajo planteamos a la educación un desafío no menor: capacitar ciudadanos para vivir y contribuir a instalar una democracia deliberativa. Comenzaremos, en primer lugar, respondiendo a la pregunta ¿qué hace valiosa la democracia? Nuestra respuesta es que el valor intrínseco de la democracia radica, precisamente, en el nivel de participación de sus ciudadanos como seres deliberantes y activos.
Aclararemos lo que entendemos por democracia deliberativa a través de ciertos indicadores operacionales. Por último, dado que la intención central es analizar el rol que la educación tiene que jugar en la formación de sujetos deliberantes, haremos referencia, al curriculum (explícito y oculto) y a la pedagogía deliberativa que se nutre de la pedagogía crítica, pedagogía de la alteridad y pedagogía problematizadora.
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