Los poemas dieron la bienvenida a los pequeños de cinco años y cada día se convirtieron en parte importante de nuestras rutinas. Leídos en asamblea a diario o traídos de casa siempre eran bien recibidos. Poco a poco se creó un vínculo de unión y apareció de forma natural un lenguaje común que se estableció en el grupo, y le confirió identidad propia. Como nuestra escuela infantil es un centro bilingüe, en clase leímos una selección de poemas de autores ingleses y americanos, y los niños traían poemas de casa en inglés y español.
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