Las mejoras en salud experimentadas en las sociedades desarrolladas son el resultado de políticas generales de bienestar más que del progreso -innegable y espectacular- de la medicina, y suponen una contribución insustituible al bienestar y calidad de vida de la población. Los servicios sanitarios son, junto con las pensiones, la piedra angular del sistema de protección social español, y constituyen uno de los grandes logros de nuestro país. Por ello, la Sanidad debe estar más presente en la agenda política, propiciando debates sobre el sistema sanitario, sus instituciones y servicios, pensando en la población y los pacientes a los que se debe servir con calidad, eficiencia y equidad.
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