La protección al inversor, la dinamización del sistema financiero como mecanismo de canalización del ahorro hacia actividades que favorezcan la capitalización de la economía española, y la participación de España en la consecución de un mercado financiero único en el ámbito de la Unión Europea, son algunos de los objetivos fundamentales a los que trata de dar cumplimiento la normativa aprobada a lo largo de 2007. La reforma de la ley del mercado de valores, la de coeficientes de inversión, recursos propios y obligaciones de información de los intermediarios de mercados financieros o la de regulación del mercado hipotecario y otras normas del sistema hipotecario y financiero, son claros ejemplos de ello.
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