Presentamos un estudio realizado sobre 825 futbolistas federados de las categorías juvenil y superiores, en el que se procede al cribado de miocardiopatía hipertrófica mediante electrocardiograma (ECG) de doce derivaciones; se practicó ecocardiograma sólo en los casos con ECG definido como positivo siguiendo los criterios de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). Fue preciso realizar estudio ecocardiográfico a 61 (7%) futbolistas con ECG positivo; 7 presentaron criterios ecocardiográficos de hipertrofia ventricular izquierda, 5 estaban en la «zona gris», se consideró a 1 sujeto como corazón de deportista y otro estaba diagnosticado de miocardiopatía hipertrófica. En todos, el ECG mostró alteraciones de la repolarización y en 4, criterios de crecimiento ventricular izquierdo.
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