"Cuba Libre" und amerikanische Intervention: Der kubanische Aufstand seit dem Februar 1895 und drei Phasen der amerikanischen Kubapolitik bis zum September 1897

• Autores: Hans-Ulrich Wehler
• Localización: Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas = Anuario de Historia de América Latina ( JbLA ), ISSN-e 2194-3680, Nº. 5, 1968, págs. 303-346
• Idioma: alemán
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• Resumen

  • Una serie de prejuicios han jugado un papel de primera importancia en la historiografía americana sobre la prehistoria de la guerra de Cuba durante largo tiempo; así, la intervención en Cuba se atribuye continuamente a motivos humanitarios, el eufórico belicismo se achaca a la influencia de un periodismo sensacionalista y chauvinista y el origen del compromiso militar de 1898 a la conjuración de unos pocos imperialistas como T. Roosevelt y Lodge. Hace apenas algunos años que nuevas generaciones de historiadores americanos como Williams, LaFeber, Smith, Ginger etc. han comenzado a poner radicalmente en tela de juicio semejantes teorías. En esta línea de reevaluación crítica de la política americana con respecto a la insurrección cubana de 1895 contra España se mueve el presente artículo, procurando poner de relieve la sorprendente consecuencia con que la actuación norteamericana se ciñe a los intereses, sopesados con estricta precisión, del gobierno de Washington; en él se consideran principalmente las tres primeras fases de la política americana frente a Cuba y España hasta el otoño de 1897 sin llegar a entrar en la última, que constituye ya el pródromo directo de la guerra. Intereses económicos, así como consideraciones estratégicas que fueron arrastrando paulatinamente a los Estados Unidos hacia el torbellino del conflicto cubano forman el nervio de la política americana y no la simpatía por las aspiraciones cubanas de emancipación; ya en 1896 había encarado Washington la posibilidad de una guerra con España a causa de Cuba y el posterior curso de la guerra sigue absolutamente el desarrollo marcado por esa primera concepción. La intervención está, pues, ya fundamentalmente decidida en el otoño de 1897 y McKinley no hizo más que prorrogar el plazo hasta el comienzo de las lluvias a finales de abril de 1898, cuando, llegado el momento, las concesiones españolas no respondieron a la esperada por Washington, América intervino en Cuba. A base de actas y de documentos de archivos privados de siguen las diversas etapas de la política norteamericana hasta el otoño de 1897.