Este artículo intenta demostrar que, al contrario de lo que mantienen varios estudiosos modernos, el término coránico al-Masyid al-Aqs.à denomina a la Jerusalén terrestre. La Jerusalén a la que se refiere es la ciudad santa cristiana, una ¿Nueva Jerusalén¿ que reemplazaba a aquella que había sido destruida por los pecados de los judíos. El viaje nocturno de Muhammad a este lugar constituye una visión semejante a la que experimentó Ezequiel. Las fuentes de tafsir más tempranas son unánimes en equiparar este al-Masyid al-Aqsà del Corán con Jerusalén (Bayt al-Maqdis). Sólo algunas fuentes si'íes mantienen que al-Masyid al-Aqsà está en los cielos, lo que implica que Muhammad nunca estuvo en Jerusalén. Esta interpretación refleja la actitud si'í antiomeya, y tenía el objetivo de privar a Jerusalén de su carácter sagrado como centro de peregrinación. Esta interpretación se apoya en tradiciones que describen el viaje nocturno de Muh.ammad desde la Meca directamente a los cielos. Estas tradiciones, más tardías, pertenecen al ciclo de historias en torno a la primera revelación de Muhammad y no tienen nada que ver con su viaje nocturno a Jerusalén.
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