La disfunción ventricular del injerto en el postoperatorio inmediato del paciente trasplantado cardiaco es una complicación grave, que cursa con un síndrome de bajo gasto cardiaco y necesidad de soporte circulatorio, y es una de las causas más frecuentes de morbimortalidad inicial. Presentamos la experiencia clínica con 6 pacientes trasplantados en los que, tras un manejo hemodinámico habitual con aminas simpaticomiméticas, no se consiguió una adecuada situación hemodinámica y se utilizó levosimendán intravenoso, un fármaco sensibilizador al calcio con propiedades inodilatadoras. El uso de este fármaco fue bien tolerado y favoreció una mejoría hemodinámica que facilitó la retirada del soporte inotrópico con aminas y la recuperación clínica (con alta de UCI de 5 de los 6 pacientes).
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