El uso del microimplante se ha difundido, dentro de la especialidad, fundamentalmente en los últimos 7 años y, debido a la historia de éxito que ha demostrado, ha llegado para incorporarse a la práctica diaria definitivamente. A pesar de ello existen dos factores por los cuales los colegas no sienten plena afinidad por este auxiliar. Uno es la relativa rigidez que todos presentamos a los cambios. Sabemos que todo cambio implica un aprendizaje y esa curva de aprendizaje puede ser más o menos empinada. El otro factor que disuade de su uso es el temor a las complicaciones derivadas de su inserción.
En este primer artículo de una serie de tres exponemos el uso de microimplantes para mesializar una hemiarcada completa, los movimientos esperados y la aparición de los típicos movimientos parásitos asociados a esta maniobra.
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