Barack Obama ha comenzado su campaña con un efectivo ataque contra la política fiscal republicana. Durante los siete años pasados ha cundido en el debate nacional la denuncia de los enormes beneficios que, a costa de las clases medias y laborales, ha regalado el periodo republicano a los sectores más acaudalados de la sociedad y las grandes compañías financieras y energéticas, mediante subsidios, redención de impuestos y reglamentos ecológicos favorables. Irak es el otro eje de la campaña demócrata. El refuerzo de tropas y las tácticas de contra-terrorismo del general David Petraeus parecen tener éxito. El número de víctimas americanas e iraquíes ha descendido de manera evidente.
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