El sector del transporte por carretera es uno de los más contaminantes en España, generando casi un cuarto del total de emisiones de CO2. El consumo de carburante es la principal fuente de estas emisiones. En este artículo se estiman varios modelos de efectos fijos para explicar la evolución de corto plazo del uso de carburante por vehículo en España. Se distingue entre consumo de gasolina y diesel y se usan datos de 17 Regiones españolas entre 2000 y 2006. Los resultados nos permiten inferir que las variaciones de precios de los carburantes, la modernización de los vehículos y el proceso de dieselización han sido inefectivas para reducir el consumo de energía por vehículo en España en los últimos años. Esto obliga a la necesidad de que estas medidas, además, tengan que combinarse de manera simultánea con otras medidas que restrinjan la movilidad en transporte por carretera.
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