En 1945, el líder saludó desde el balcón y se fundió con la multitud que lo adoraba. 1945 y 2001. No son lo mismo, ni se parecen. Como el agua y el aceite, puede diferenciárselos sin dudar. Como puede distinguirse algo que fue, que ocurrió, de un espejismo o alucinación que pudo haber sido en la imaginación de alguien. Entonces, la pregunta que se repite: ¿tiene sentido recordar el 19 y 20 como una fecha significativa en la lucha popular?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados