La Mediación Familiar, como técnica de resolución de conflictos de pareja, es un procedimiento relativamente novedoso en España. En nuestro país comienza a desarrollarse a finales de la década de los años ochenta, y primeros de los noventa. Sin embargo, en el contexto internacional surge, como se detallará más adelante, a principios de los años ochenta; como un procedimiento independiente de otras técnicas.
En este trabajo se intenta desarrollar algunas formas de abordaje, desde nuestra perspectiva social. También se señalan algunos aspectos, importantes en el procedimiento, desde nuestro punto de vista, a tener en cuenta; cuando se aplica este Modelo de Intervención.
Este desarrollo teórico-práctico ha sido posible realizarlo porque, desde los comienzos de la Mediación Familiar (por lo menos la que utiliza el abordaje teórico del Enfoque Sistémico o del Ecológico), siempre ha habido trabajadores sociales utilizándolo; o siendo agentes activos en su desarrollo y aplicación.
Como Trabajadores Sociales nos interesa el intercambio de información y el acceso a todas aquellas técnicas y campos de intervención profesional en las que podamos desarrollar nuestra actividad profesional; todo ello, por supuesto, con la adecuada formación.
Y aquí nos hemos encontrado con una antigua reivindicación la formación. Está claro que no ser Licenciados nos "corta mucho las alas" y nos resta: cualificación, expectativas laborales y de formación, equiparación con otras profesiones, etc.
Hasta la fecha hemos ido resolviendo esta carencia a través de Cursos de Formación, de Post-Grado y Másters con el consecuente perjuicio laboral y económico. No se detecta mucho interés, ni excesiva prisa (tanto por las autoridades académicas, como por las altas instancias de nuestra profesión), en resolver esta situación.
El hecho es que, en la Unión Europea, somos uno de los pocos países que mantiene esta situación. Esto nos debe llevar a reflexionar qué puede ocurrir, cuando se aplique, con todas las consecuencias, la libre circulación de profesionales en todo el territorio de la Unión Europea. Las perspectivas, si no contamos con la Licenciatura y un Plan de Estudios bien elaborado, como en el caso de Alemanis, son poco halagüeñas.
Siguiendo con la Mediación Familiar a mediados de los años 90 ya hay Trabajadores Sociales aplicando este Modelo e intercambiando sus experiencias (algunos llevaban cierto tiempo trabajando en ello).
Hay autores y profesionales que opinan que la Mediación es un campo de trabajo restrictivo (psicólogos y abogados) en un contexto cuasi-jurídico (y lo hacen así porque, básicamente, lo enfocan y aplican para llegar a elaborar Separaciones de mutuo-acuerdo; sin mirar más allá). Sin embargo hay otros (la mayoría) que no aceptan estos argumentos. Defienden que es un contexto de intervención amplio, donde pueden intervenir diferentes profesionales (si tienen la adecuada formación), y que, por la experiencia acumulada y la investigación, han observado que un conflicto de pareja tiene múltiples facetas -y requiere diferentes abordajes (y entre ellos se encuentra, evidentemente, el social)-.
En mi modesta opinión creo que la segunda opción es la más acertada. Ya que es la que abre más posibilidades y alternativas, de resolución y conflictos y aprendizaje de pautas y comportamientos, a la pareja.
El trabajo que, a continuación se expone, es el resultado de todo ello.
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