Paloma Fernández García, José Ramón Mas Mayoral, Magdalena Rodas González, Francisco Javier Luque del Villar, Guillermina Garzón Heydt
En este trabajo se estudian las facies detríticas que constituyen el ciclo prearcósico y la base del ciclo arcósico (de edad paleógena) del borde suroriental de la cuenca del Duero. La cartografía geológica y la correlación litológica realizadas han permitido diferenciar cuatro unidades litoestratigráficas que, asimismo, presentan distintas asociaciones de minerales de la arcilla: unidad T.1.1., compuesta por arcillas y arenas cuarzosas, en la que la asociación de minerales de la arcilla es illita + caolinita; unidad T.1.2., de arenas cuarzosas con paleosuelos ferruginosos y esmectita corno mineral de la arcilla característico; unidad T.2.1., de conglomerados polimícticos, arenas arcósicas y arcillas, con frecuentes niveles de calcreta y palygorskita como mineral de la arcilla característico; unidad T.2.2., compuesta por arenas arcósicas, con niveles de encostramiento similares a los de la unidad anterior y esmectita e illita como minerales de la arcilla principales. Las dos primeras unidades son transicionales y presentan una relación genética, correspondiendo a una «Primera Secuencia Deposicional», que es granocreciente y representa una evolución progradante desde un sistema braided distal (T.1.1.) a un sistema braided proximal (T.1.2.), correspondientes a abanicos aluviales húmedos. Las unidades T.2.1. y T.2.2. forman una «Segunda Secuencia Deposicional», granodecreciente a gran escala, y refleja la transición desde partes proximales (T.2.l.) a medias (T.2.2.) de abanicos aluviales áridos a semiáridos. A partir del estudio mineralógico y sedimentológico puede concluirse que durante la sedimentación de estos materiales tuvo lugar un importante cambio climático. Durante el depósito de TU. el clima fue húmedo y cálido, produciendo una asociación de minerales de la arcilla (illita + caolinita) típica de áreas con buen drenaje. La unidad T.1.2. representa un clima más árido, con fluctuaciones estacionales y largos períodos secos, lo que hace que la esmectita sea el principal mineral de la arcilla. Sin embargo, el cambio climático más importante hacia condiciones áridas ocurrió durante la sedimentación de la «Segunda Secuencia Deposicional», dominada por abanicos aluviales áridos o semiáridos. Por esta razón, este episodio presenta un importante desarrollo de niveles de encostramiento y la palygorskita es el mineral de la arcilla característico, estando su génesis probablemente relacionada con los procesos edáficos que se aprecian en los frecuentes niveles de calcreta de estas unidades.
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