Pedro Manuel Garamendi González, M. López-Alcaraz, Angel Mazón, José Rodríguez Díaz
Los animales pueden actuar como predadores de los restos humanos y las lesiones postmortales que infligen en los cadáveres pueden dar lugar a errores de interpretación de los hallazgos en las autopsias forenses. Entre la fauna cadavérica, las hormigas constituyen un caso excepcional al ser los únicos insectos que pueden iniciar su actividad predadora antes de instaurarse la putrefacción. Las hormigas suelen producir lesiones que por su asiento y morfología resultan típicas. Se presenta un caso en el que se evidencia la presencia de lesiones de morfología típica por la acción lesiva postmortal de hormigas, pero con una extensión y localización inhabituales.
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