Par conseguir que una reunión tenga éxito es necesario que exista una razón clara para reunirse. Al fin y al cabo si no existe un propósito claro, ¿por qué se convoca?. Si hay una razón para reunirse, hay que comunicarla. En ocasiones, se asiste a reuniones que tienen prevista una duración determinada, pero que en realidad no termina hasta cuatro horas más tarde. En esos casos, no se trata de reunirse, sino de sesiones de trabajo.
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