Las elevadas tasas de desempleo que caracterizan a las economías de la Unión Europea son el resultado de una combinación de políticas de demanda restrictiva y de rigideces en el funcionamiento del mercado de trabajo. En la primera parte del artículo se explica cómo las políticas deflacionistas seguidas para lograr la convergencia monetaria están en la raíz de la elevación de las tasas de paro acontecidas durante la recesión de los noventa. En la segunda parte se trata de demostrar cómo las políticas de mantenimiento de renta son la causas fundamentales de que en la expansión la tasa de desempleo, especialmente la que afecta a la mano de obra no cualificada, apena descendido, aumentando de esta manera el colectivo de parados de larga duración.
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