Los estresores organizacionales, profesionales y ambientales, propios del ámbito físico de las urgencias hospitalarias generan elevado estrés, no sólo entre los profesionales sanitarios, sino también entre los usuarios de estos servicios y sus familiares.
Tradicionalmente esta situación ha sido asumida como consustancial al rol. El aumento de la frecuencia de las agresiones físicas ha sido el detonante que nos conduce a la búsqueda de soluciones al problema global.
En este contexto aparecen una serie de propuestas y medidas, de entre las cuales destaca la introducción de la figura del psicólogo de urgencias. La caracterización de esta figura reviste gran importancia, ya que su idoneidad determinará en gran medida su eficacia.
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