La política monetaria española ha evolucionado desde el control de un agregado, a principios de los años setenta, hasta un régimen de tipos de cambios fijos (teóricamente ajustabas), dentro del Sistema Monetario Europeo. La adaptación de los mecanismos de control se fue produciendo de manera regular a lo largo de dos décadas, pero el objetivo último fijado en junio de 1989 -un tipo de cambio de 65 pesetas/marco- resultó inviable. Este artículo describe aquella evolución de la política monetaria, los factores que hicieron inviable ese tipo de cambio, y el desarrollo de la crisis cambiaría de 1992.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados