En este artículo se propone un modelo normativo de requisitos para el óptimo desarrollo de una elite de profesionales en la Administración Pública, entendido como un retrato colectivo del funcionaríado como una de las principales dimensiones de gobernabilidad: l) Compromiso con el servicio público; 2) Profesionalismo; 3) Un código ético que vaya más allá de la mera prevención de la corrupción y la reducción de conflictos interés; 4) Reflejo social; 5) La alta función pública necesita desarrollar un conocimiento genérico en los siguientes campos: el entomo y su dinámica, tendencia global de los cambios geoeconómícos, geoestratégicos, tecnológicos, etc.; principales políticas nacionales; capacidad de comunicación língüística, matemática e informática; trayectoria histórica nacional con visión de futuro; razonamiento ético y filosofía política, etc. Finalmente se sugieren medidas a corto y largo plazo para avanzar hacia ese modelo. Entre otras se propone la modificación de la carrera, la permanencia limitada a diez años renovables, la innovación de los programas universitariosy la creación de escuelas especializadas en las políticas públicas para la formación de esta elite.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados