Cuando, en abril de 1767, se procede a la expulsión de los jesuitas de España, el grupo de novicios que se encontraba en los reconocidos colegios de la Compañía se debate entre el dilema de seguir a estos padres en su exilio o abandonar sus proyectos en la orden de san Ignacio y quedarse en territorio español. En este trabajo se estudian, por una parte, las reacciones de estos jóvenes, tentados por los representantes de la administración y del clero español, que desplegaron un amplio dispositivo con el objetivo de convencerlos para que permanecieran en España y, por otra, el espíritu de cruzada que rodeó la decisión de defender su vocación y autoexiliarse en los Estados Pontificios.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados